Especies

Cerastoderma edule

El berberecho es un molusco (palabra que en su origen significa "tierna") que tiene las valvas o conchas de forma casi circular. Posee entre 22 y 28 costillas bien marcadas y vive en fondos fangosos y de arena fina próximos a la costa. Por causa de su forma de corazón fue por lo que, al principio, si le dio nombre de "corazón comestible" (cardium edule).

Puede ser capturado a pie con sachos y rastrillos o angazos en la zona intermareal o con ganchas a pie con una longitud y separación entre dientes acomodada para esta especie en las zonas que no quedan expuestas durante la bajamar. También se captura desde embarcación con raños, rastros o ganchos.

Simplemente abiertos al vapor y salpicados con limón o como compañeros de guisos con pescados, al berberecho se le debe de dar el lugar de privilegio que merece en nuestra gastronomía

Venerupis rhomboides

Su nombre proviene de su tonalidad rojiza, que le da un aspecto diferente al de las otras almejas. Posee una concha cubierta por líneas algo más brillantes, que van paralelas al borde exterior de un tono más pálido que su propio color. Parece estar pulida.

La mayor parte de las capturas se realizan desde pequeñas embarcaciones con raños, rastros o ganchos. También está permitida su extracción con endeño remolcado con unas medidas reguladas, siempre que se utilice a profundidades superiores a los 15 metros.

Por su intenso sabor, esta almeja se adapta para su utilización en guisos con otros pescados, o sola, con salsas como a la marinera, en guiso con espaguetis o habas... Es un tipo de almeja muy usado en conservas. ¡Ojo! hay que darle el punto: no por cocerla más estará menos dura, sino todo lo contrario.

Venerupis corrugata

El color de este molusco es normalmente gris pálido o crema, con bandas tenues de una tonalidad más intensa y unas líneas que se dibujan en la concha en paralelo a su borde. Los sifones de la almeja babosa están unidos en toda su longitud y es precisamente esta característica la que nos permite diferenciarla de las otras clases de almejas.

Es más delicada que las otras almejas. Pequeñas variaciones de temperatura y de salinidad pueden provocar su muerte y, además, aguanta menos tiempo fuera del agua que la almeja fina. Debido a su distribución en el litoral, se captura principalmente desde pequeñas embarcaciones con raños, rastros o ganchos y, en menor medida, a pie firme con sachos u otras artes autorizadas para remover el sustrato.

Lo propio de la almeja babosa es pasarlas por el fuego según las formas tradicionales: a la marinera, acompañando el pescado, con arroz, con pasta, con habas... gustando a los paladares más exigentes.

Ruditapes decussatus

La concha de la almeja fina posee unas líneas en forma de rayos y otras concéntricas que forman sus característicos cuadraditos. Su color será distinto dependiendo del sustrato (arena) donde se cría, variando entre blanca y acastañada. Sus sifones son largos y están separados uno del otro, en toda su longitud, y esta es otra buena característica para distinguirla de las demás almejas.

Generalmente las capturas se hacen a pie con sachos, angazos, horquillas u otras artes autorizadas que sirvan para remover el sustrato, o bien localizando los agujeros que dejan sus sifones en la arena. Muchas agrupaciones de mariscadoras y mariscadores de nuestro litoral llevan a cabo tareas de semicultivo como preengorde de semilla y posterior sembrado en playas, consiguiendo incrementar la producción de los bancos marisqueros.

Según los expertos, se deben de tomar en crudo con limón, pero si esta forma no es de su gusto, pruebe a ponerlas abiertas en la sartén, con fideos, en una sopa, en un guiso con habas o acompañando caldeiradas.

Ensis magnus

Tienen una superficie brillante que parece barnizada. Las valvas son alargadas, con una concha arqueada muy característica (en forma de navaja) que las diferencia del muergo, con el que, no obstante, comparten una coloración similar.

Viven enterradas en la arena, en la zona infralitoral. Se captura normalmente mediante buceo a pulmón o con suministro de aire desde superficie. También se hace su extracción a pie en algunas zonas, especialmente en las mareas vivas, utilizando sal para que asomen los individuos.

Simplemente abiertas a la plancha con unas gotas de limón es suficiente para degustar su carne sabrosa y consistente. Como otros moluscos, admite salsas suaves, y es muy recomendable un pequeño baño de aceite de oliva, ajo y perejil.

Ruditapes philippinarum

La característica que más destaca de la almeja japonesa es que tiene las costillas muy marcadas. Las líneas que surcan su concha forman cuadraditos al cruzarse, cuadraditos que son mucho más marcados que los de la almeja fina. Cuando está abierta es cuando se puede ver como tiene los sifones unidos hasta la mitad, lo que la diferencia de la almeja fina. En cuanto a su color es, normalmente, oscura, moviéndose los tonos entre lo tostado y el gris casi negro.

Esta especie fue introducida en nuestras costas el pasado siglo. Su distribución es similar a la de la almeja fina, por lo que sus capturas se realizan principalmente a pie en los bancos intermareales. También aparece entre las extracciones realizadas desde pequeñas embarcaciones con raños, rastros o ganchos.

Esta almeja, de agradable sabor, ofrece una relación precio/calidad muy apreciada por el consumidor. Admite las mismas formas de preparación que las vistas para las otras almejas: a la marinera, con otros pescados, con arroz, pasta, habas... en sopas o guisos, en caldeirada...